Skims, el moldeado de los cuerpos y la influencia de las Kardashian en la belleza inalcanzable
La tan comentada marca de ropa interior y shapewear de Kim Kardashian, Skims, fue noticia en septiembre por su campaña más reciente con su hermana Kourtney Kardashian y su amiga cercana, Megan Fox.
Las dos aparecen en un abrazo íntimo, vistiendo nada más que ropa interior. Cosmopolitan escribió que la pareja “se ve tan bien […] guau”. ‘Pesos pesados’ de la industria de la moda, como Nylon e InStyle, se sumaron a los elogios. Sin embargo, las preguntas importantes que rodean estas imágenes y sus implicaciones para los y las espectadores no se encuentran en las conversaciones principales.
También falta en la conversación la ahora infame relación de las Kardashian con el aumento corporal, los ideales de belleza y las presiones que estos ideales a menudo causan en las personas. Esto debería generar cierta preocupación, especialmente de una marca dedicada a vestir, moldear y cambiar el cuerpo.
Promesas hechas a las mujeres
Con un valor muy superior a los mil millones de dólares, Skims se encuentra ahora entre las marcas de shapewear (prendas moldeadoras) más exitosas y de rápido crecimiento. Incluso en medio de COVID-19, Skims experimentó un aumento en las ventas. Entonces, ¿qué explica este tremendo crecimiento?
Las marcas de Kim, al igual que las de su hermana Kylie, prosperan gracias a las promesas hechas a las mujeres. Es decir, promete que la compra de sus productos puede producir una figura y un rostro más cercano en forma y tamaño a las Kardashian. Las imágenes de Skims y los anuncios en línea comunican tanto, atrayendo la atención de las espectadoras hacia una cintura (cada vez más) estrecha y caderas anchas como las que Kim Kardashian hizo famosa por primera vez.
Por supuesto, estas promesas no son reales, desde kits de labios que no lograron producir el puchero perfecto de Kylie, hasta suplementos vitamínicos, tésy entrenadores de cintura que no pudieron “arrebatar” una silueta de Kardashian. Sin embargo, los medios de comunicación continúan enviando elogios y admiración, como si estas promesas no debieran suscitar sospechas.
Entender el ideal de belleza
Es necesario tomar en serio las cuestiones relacionadas con la belleza y sus diversas presiones (y privilegios).
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Hay que mirar de cerca las imágenes y anuncios, así como videos y tendencias en línea, para comprender mejor cómo la belleza ha llegado a dar forma a nuestro paisaje mediático y lo que esto significa para las y los espectadores cotidianos, incluidos, y especialmente, los y las jóvenes que consumen y se involucran con contenido digital.
Hay un ideal fundamentalmente Kardashian, con un número cada vez mayor de usuarios y usuarias en las redes sociales con posturas que reproducen las figuras y rostros de las hermanas. Considere, por ejemplo, tutoriales de maquillaje en línea y fotos de atuendos dedicadas a las semejanzas de las hermanas (como es el caso de Charlotte Crosby y otras influencers).
El propio tutorial de belleza de Kim ha obtenido más de 15 millones (y contando) de visitas en línea, que consumidores cotidianos sintonizan para ver cómo lograr el estilo Kardashian. Las barras de contorno y los polvos faciales, dice Kim, son todo lo que se necesita para esculpir, resaltar y levantar la cara.
La popularidad de estas imágenes y videos refleja la influencia respectiva de Kim y sus hermanas dentro del mundo de la belleza, incluso cuando continúan negando su papel en la creación de estos ideales.
En mi trabajo en curso sobre la apariencia, con los sociólogos Shyon Baumann y Josée Johnston, los y las jóvenes a menudo explican que las Kardashian definen lo que significa ser bella hoy. Llama la atención el ideal de los labios carnosos, las caderas redondas y la cintura afilada de las hermanas, y nos recuerda cuán importante (e imposible) se ha vuelto el ideal Kardashian (delgado, pero curvilíneo, lleno, pero plano en todos los lugares correctos).
Un paso adelante y dos pasos atrás
El trabajo de Kim con Skims representa un paso adelante en el envidiable imperio de marcas de ella y sus hermanas, y su relación con la belleza. La marca se enfoca en cuerpos más diversos en muchas (si no en la mayoría) de sus imágenes y anuncios en línea, y fajas en una variedad de tamaños y tonos de piel, Skims es mucho más incluyente que algunos de sus competidores de la industria. De hecho, los consumidores pueden comprar hasta tamaños 4X y 5X en la mayoría de las categorías de productos para encontrar, en las propias palabras de la marca, “una solución para todas” (énfasis agregado).
Pero con este paso adelante, Kim ha retrocedido dos pasos. Como suele sugerir el mensaje de la marca (aunque sea sutil), las mujeres deben controlar sus figuras y disciplinar sus cuerpos si quieren hacerlos hermosos, esculpidos y “resueltos”; ella sugiere que los cuerpos de las mujeres son necesariamente imperfectos, y necesitan corrección.
Aunque mensajes como este no son nuevos en el mundo de las marcas de belleza y moda, sus demandas y presiones concomitantes, desde contornear el rostro hasta aplanar el vientre con prendas moldeadoras, nunca han sido más persistentes o dañinos que en la actualidad.
Como señala la filósofa Heather Widdows en su trabajo sobre la belleza, Perfect Me: Beauty as an Ethical Ideal, tenemos, como nunca antes, el “deber” de perfeccionar nuestra apariencia o, al menos, intentarlo. Y este deber, como bien saben Kim y sus hermanas, se puede empaquetar para su compra.
*Para leer la nota original puedes dar clic aquí.
*Por Jordan Foster, doctorado en Sociología por la Universidad de Toronto.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.
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