Los vestidos de Costaiia: Cottagecore con espíritu oaxaqueño
Por Sofía Agostini
¡Ah! El placer de toparse con una marca interesante que está haciendo su propia cosa en Instagram. Sin copiarse de nadie, con un imaginario rico, prácticas responsables, tallas flexibles que hacen la compra a distancia sencilla, ¡y un buen tote! ¿Hay algo que se le parezca? ¿Encontrarse un billete con la cara de Benjamin Franklin en un bolso viejo, de repente? Por lo menos así se sintió el vórtex en el que caí la primera vez que me encontré con Costaiia, la marca de la venezolana Patricia Pietri, 23, hecha en México, confeccionada en la capital, con colaboraciones especiales con artesanos de Oaxaca, Michoacán y el Estado de México.
Su formación en artes liberales y cine, su fascinación por las artesanías, por las artes escénicas: el teatro, el ballet, la ópera, el circo, y un clan de amigas con -muy- buen gusto son algunos de los factores que hacen de este vórtex uno tan adictivo y vertiginoso.
Por Enrique Torres Meixueiro
A pesar de que los vestidos de Costaiia parecen los primos intelectuales, los que estudiaron antropología, de los vestidos de siesta que viralizaron en la pandemia, Pietri asegura que Costaiia, más que una marca, es un proyecto de investigación sobre cultura, arte y diseño. De las cosas que una hija de la diáspora venezolana puede hacer en un país tan rico como México.
No la llames una marca, me sugiere Pietri, por Zoom la primera vez que hablamos, pero acaba de encargarle a su equipo que saque otro tiraje de vestidos de la última colección, porque los que pretendía vender en el verano se agotaron antes de que llegara la segunda mitad de julio. No la llames una marca, pero además de vestidos hechos con algodón, que fácilmente pudieran encajar en la categoría cottagecore, tiene pantalones amplios, shorts bermuda y camisas unisex de cuellos extra grandes. No la llames una marca, pero Devendra ya tiene un par de cosas de Costaiiia en su casa. Sí, ese Devendra (Banhart).
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“Es un espacio de contemplación y colaboración más que un comercio”, aclara Pietri. “Es un campo donde entrelazo lo tradicional con lo contemporáneo y comparto trozos de una cultura a través del diseño”.
Sobre el circo, el leitmotif de Costaiia, Pietri cuenta que viene de un lugar muy genuino, “Me encantan las loqueras desde chiquita”. Pero decir que Costaiia se limita a la iconografía circense infantil, a Dumbo -aunque tiene cosas de Dumbo, ¿esa plataforma?-, sería quedarse corto y no explicaría de dónde viene el poder enigmático de las imágenes producidas por la diseñadora y su entourage de amigas creativas, fotógrafas, estilistas y directoras de arte, que para cualquier viaje que hacen juntas aprovechan y sacan fotos que luego alimentan mi obsesión por su imaginario.
Su universo tiene algo de los sets y uniformes que hicieron Picasso y Matisse para Les Ballets Russes a principios de siglo XX en París, referencias de manifestaciones folklóricas, como danzas y rituales de México y Venezuela, algo de la fotografía de Mary Ellen Mark, de Diane Arbus y de Peter Lavery.
Pero sobre todo, tiene mucho de cine. Sus diseños parecen interpretaciones modernas de El color de las granadas de Sergei Parajanov, y sus fotos se están muriendo de las ganas por contar historias, una parece un fotograma de la película Midsommar, de Ari Aster, pero los referentes de Pietri son un poco más viejos, un poco más elevados. “El cine es mi medio favorito y platónico. Encontré mi pasión por el vestuario y la escenografía en la obra de directores como Fellini, Jodorowsky, Parajanov, Cocteau, Švankmajer, Greenaway. Por amor a los mundos imaginarios del cine quise crear un universo que capturara los elementos visuales de ese medio sin encasillarlos en una pantalla o una foto”.
Por Melina Abache
Este pastiche de referencias, universal y colorido, convive en piezas maximalistas, teñidas con tintes naturales, juguetonas y atemporales. Todas las puedes comprar escribiéndole un mensaje directo por Instagram, y si eso te parece muy informal da las gracias, que si no fuese porque vivimos en los tiempos que vivimos Costaiia viviría en una carpa nómada difícil de rastrear.
Antes de despedirnos, necesito saber, ¿qué viene después de los vestidos? Porque dudo que esto se quede aquí. “Por ahora mi idea es seguir probando nuevas técnicas artesanales como bordados, pintura en madera, tejidos y diferentes textiles. Seguir materializando ideas en ropa, accesorios, objetos y algún día experiencias.”
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